viernes, 11 de noviembre de 2011

De un gatito muerto en la calle

Muertes inocentes que masacran significados indispensables e irrenunciables, tumbas sin existencia ni pertenencia llamadas calles. No fue su cadáver lo que me dejó en estatus nauseabundo sino las patéticas piezas que condicionaron dicho desenlance que me llena de rabia.

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