jueves, 13 de septiembre de 2012

No siempre encuentro un título

¿Sabes? Esto que escribiré es producto de mis patologías mentales, de mis carencias afectivas, de mis heridas infantiles. Nadie tiene que responder por ello, mucho menos tú. El caso es que tengo que escribirlo, sí "tengo que", no sabes cómo se siente tener tantas historias dando vueltas en tu cabeza buscando una fuga, es enloquecedor.

Me encantaría que lucharas por mí, me encantaría recibir una carta tuya, una frase tuya, una flor en la puerta de mi casa, que me dedicaras una canción o tan solo que me obsequiaras una piedrita que hayas encontrado en el camino. Siempre he pensado que no pido mucho, detalles básicos que me pinten una enorme sonrisa y me enamoren de tu alma. 

No quiero verte ahí cruzada de brazos esperando que yo vuelva, quiero que me veas pasar y me laces con un beso a media calle sin fijarte en los demás, con una frase en una servilleta, con la emoción que se siente cuando ves andar a la persona que amas. 

Quiero que me mires con deseo, que te moje oírme hablar, que te mueras por tocarme; quiero que me tomes de la mano y me beses en los cruces; quiero que nos tiremos en el pasto a contemplar las nubes, a ponerles nombre, a fabricarles historias; quiero una noche en el balcón compitiendo por ver quién le escribe los versos más bellos a la luna; quiero una tarde tranquila llena de música clásica recostada en tus piernas mientras acaricias mi cabello; quiero poder hablar contigo de lo controversial de la vida sin que pienses que te ataco; quiero que entiendas que no soy normal y que nunca voy a ser feliz, que mi felicidad no depende de ti ni de nadie; quiero que sepas que yo jamás haría las cosas buenas que tú haces, yo no quiero ayudar a nadie, no puedo conmigo misma, no me interesan los demás pero siempre respetaré y admiraré tus actos.

Ven por mí, no me pierdas así tan fácil, yo ya estoy muy cansada.

Pero tú no tienes que ser todo lo que yo quiero, simplemente debes ser tú y yo amarte así como eres. Y créeme, te amo así como eres pero tengo unos enormes abismos que me llaman y que quiero clausurar con tu amor pero no funciona porque tú no eres así ni tienes que serlo. 

Cada día me rompo más, cada día tengo más vacío, cada día me queda más claro que este no es mi tiempo, cada día tengo menos que ofrecer. ¿Recuerdas mi prototipo de chica ideal? Diario en los pasillos de mi facultad encuentro muchas y son tan bellas que no puedo dejar de mirarlas, rayo en lo obsceno. En otro tiempo a cada una le hubiera escrito un poema y con cada una hubiera tenido charlas espectaculares y a cada una la hubiera besado, la hubiera enamorado, le hubiera regalado una linda historia de amor y el mejor sexo del mundo, tú lo sabes. Ahora pregúntame a cuántas de ellas les he hablado o les he escrito algo. A ninguna, mi apetito ha muerto, mejor que ninguna de ellas se percate de mi existencia.

Y nada.

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